Virginie de Vinster no es convencional. No asistió a una escuela de moda, ni pasó por las casas de moda de renombre. Su propia universidad era África, donde trabajó durante 15 años. Su educación vino de viajes por el Sahel, Costa de Marfil, Benín, Togo y Ghana. En África, Virginie comenzó observando a los tejedores y tintes. Paseó por los mercados y tamisó por tiendas llenas de telas vibrantes. Siempre se ha sorprendido por la increíble creatividad de los artesanos y las culturas urbanas de África Occidental.
Los principios rectores de Virginie son la simplicidad en las formas, el respeto por los materiales y la poesía de un atuendo que ha sido teñido, tejido o cosido en un pueblo remoto en Perú o Rajastán. Su desafío es crear prendas utilizando materiales y técnicas antiguas, como el tie-dye o los bordados de hilos y cuentas en mangas de globo. Este estilo étnico chic encapsula el estilo de vida de Virginie.
En un momento en que todas las marcas de moda están adoptando la "sostenibilidad", la ética, la producción eco-responsable y los materiales orgánicos, Virginie de Vinster se destaca como pionera en el ámbito de la "moda lenta". Durante 15 años, su filosofía ha sido convertir cada prenda en una narrativa, como un diario de viaje que evoca un gusto por lo desconocido.